Tanto el ministro de Salud de la Provincia, Daniel Gollan, como autoridades del Ministerio a nivel nacional con Carla Vizzotti a lacabeza, aseveraron que la situación sanitaria atraviesa un “momento muy peligroso” y que “no hay más margen”.

 

Allí es cuando el gremio que conduce Miguel Díaz entendió que ello “no tiene correlato con lo que está sucediendo en el ámbito educativo, en el que continúa la presencialidad, contra viento y marea”.

 “No se entiende tanta campaña para disuadir a la ciudadanía de reunirse, viajar, ´bolichear´ y por otro lado ni siquiera se cuestiona el nexo entre el aumento de casos y la presencialidad en las escuelas”, se quejó Udocba en un comunicado de prensa.

El sector sindical educativo sostuvo que sus “relevamientos dan cuenta de la velocidad de los contagios que atraviesan a comunidades educativas enteras, en distritos donde el sistema de salud pronto no dará respuesta”. “Nos preguntamos si es necesario llegar a un punto de no retorno, o si de una vez por todas algún funcionario o funcionaria responsable tomará la decisión correcta”, cuestionó.

Udocba no cesó en su insistencia en que se suspendan las clases presenciales en la provincia de Buenos Aires ya que “el retorno seguro a las aulas ha fracasado y la salud de alumnos/as, docentes, auxiliares, y de sus familias se encuentra bajo amenaza”.

“Las escuelas no son ajenas a la realidad epidemiológica que nos rodea. Por el contrario, son otro ámbito fundamental de circulación y propagación del virus, aunque se empeñen en negarlo. Urge garantizar la continuidad pedagógica en modalidad virtual de manera preventiva, hasta que un nuevo escenario seguro permita retomar la presencialidad”, definieron en el documento.